Preview: Los pies también necesitan un momento de relajación y descanso, este procedimiento es infalible para conseguirlo. Pon mucha atención.

Normalmente nos preocupamos muchísimo por cuidar nuestras manos, hacemos de todo por mantenerlas hidratadas y el día que no tenemos las uñas pintadas sentimos que nos morimos; y qué bueno, pues tener unas manos cuidadas y lindas habla mucho de tu personalidad, pero ¿y tus pies?, ¿les das el mismo cuidado? Probablemente la respuesta sea ¡no!

Muchas veces cuidar los pies, deja de ser una prioridad en la vida, pero descuida que ha llegado el momento de darles su lugar y momento relajado, muy merecido ¿no crees?

1. En una tina pequeña calienta un poco de agua y añade unas cuantas piedras de río (sólo si las tienes a la mano, ya que no son imprescindibles); también puedes introducir sales de baño o algún aceite esencial: de lavanda si quieres suavizarlos o de yerbabuena si tu propósito es que se relajen. Déjalos reposar por 15 minutos.
2. El segundo paso es la exfoliación, si quieres puedes optar por una piedra pómez o por un exfoliante casero (aceite de coco con avena, café o azúcar). Retira el producto con una toalla húmeda que esté caliente.
3. Cuando tengas los pies limpios, huméctalos con tu crema favorita.
4. Si lo deseas, pinta tus uñas para que tus pies luzcan saludables y listos para presumirlos.