Una buena conversación y una buena piel mejoran con una copa de vino.

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Si se bebe con moderación, un buen vino nos hace recordar momentos felices, llena al paladar de sabores excepcionales y ¡mejora la tez del rostro!

El vino tinto tiene propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales benéficos para la salud que mejoran la circulación, evitan la oxidación del colesterol y reducen la presión arterial.

Esta deliciosa bebida también es una gran aliada de la piel ya que minimiza los signos de envejecimiento, ayuda a la elasticidad de la tez del rostro, combate algunas imperfecciones y permite que tu piel esté saludable por más tiempo.

Existen distintos cosméticos que están hechos a base del vino o directamente de la materia prima: las uvas. Y si quieres aprovechar las propiedades del vino de la mejor manera recuerda que puedes hacerlo de manera oral o tópica.

Si quieres aplicarlo de manera tópica, ¡úsalo como mascarilla! Remoja un algodón con un poco de tinto y pásalo por tu rostro. Déjalo reposar por unos minutos y retira con abundante agua.

Pero las maneras de aplicación tópica no terminan ahí ya que también podrás crear exfoliantes con este inesperado ingrediente.

Para lograr una mezcla que elimine las células muertas de la piel de la cara necesitas unir en un recipiente cuatro cucharadas de vino, dos cucharadas de miel y una cucharada de avena. Aplica la mezcla con la yema de los dedos y da un ligero masaje circular por un minuto. Retira con agua tibia y listo.

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Si lo que buscas es una mascarilla hidratante, deberás mezclar lo siguiente: cuatro cucharadas de vino tinto, tres cucharadas de miel de abeja y una cucharadita de aceite de coco. Sigue los mismos pasos de la mascarilla anterior con la diferencia de que a esta mezcla la deberás dejar reposar en tu piel por 15 o 20 minutos.

Por último, nuestra tercera receta es una maravilla, ¡se trata de una mascarilla rejuvenecedora! Esta mezcla requiere de cuatro cucharadas de vino tinto, tres cucharadas de miel de abeja, algunas gotas de limón y ½ hoja de alga en polvo.

Los pasos para su elaboración y aplicación son los mismos que la mascarilla anterior con la única diferencia de que ésta sólo puede ser aplicada por la noche.

Si te animas a probar alguno de estos tratamientos con vino tinto, no te olvides de contarnos tu experiencia.