Popeye, un marinero divertido, musculoso, tatuado, malhablado, cascarrabias, elegante, dandi, de gran corazón y muy valiente, es una leyenda de la cultura popular que posee todos los ingredientes para una fragancia sin igual, fue la inspiración para Jean Paul Gaultier.

La fragancia Le Male Eau Fraîche Popeye es ultramasculina y viril; creación de la perfumista Nathalie Gracia-Cetto. El neroli, los aldehídos y la menta crean una fragancia seductora que irradia testosterona desde su nota de salida. Como contraste, la nota central ofrece un aroma más limpio y delicado a base de suavizante, salvia y esclareno. En la nota de fondo, el haba tonka, el sándalo y la vainilla son los ingredientes ideales para un marinero absolutamente encantador.

Y para las mujeres, ¿quién mejor que Betty Boop para encarnar el deslumbrante espíritu femenino de Classique? Una bailarina de cabaret, ladronzuela, lasciva y exuberante, vanguardista. Un espíritu libre, seductora, con ojos hechiceros y su inolvidable encanto. ¡Probablemente Jean Paul se habría casado con ella!

La fragancia Classique Eau Fraîche Betty Boop es tórrida, gustativa y sensual. Una combinación inusual construida en torno a flores blancas creada por la perfumista Daphné Bugey. Es una invitación a un mundo de feminidad y sex-appeal. El cálido y especiado jengibre de la nota de salida, se combina con azúcar de caña y sorbete de cítricos para crear una sobredosis olfativa afrutada de partida. En las notas centrales, las flores blancas ultrafemeninas y sensuales están subrayadas con té de jazmín. En la nota de fondo, la vainilla y el almizcle son realzados con ládano, aportando una estela adictiva que nos hace desear la fragancia más y más.

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